UN MOMENTO HISTÓRICO DRAMÁTICO.
España vive actualmente una situación convulsa. La Encuesta de Población Activa acaba de arrojar unos datos desoladores: la ocupación registra en el primer trimestre de 2011 un descenso de 256.500 personas, hasta un total de 18.151.700 ocupados. Así, la población activa baja en 42.900 personas en este primer trimestre del año. El número de parados aumenta en 213.500 personas, lo que sitúa el total de desempleados en 4.910.200, récord histórico.
La tasa de paro crece y se sitúa ya en el 21,29%. El número de hogares con todos sus miembros activos en paro aumenta en 58.000 en el trimestre y se sitúa en 1.386.000.
Nuestros políticos nos han conducido a este desastre social y humano, y los ciudadanos debemos reaccionar ante esta casta política española inoperante e ineficaz. El PSOE ha esgrimido una pésima gestión de la crisis económica. Sus denodados intentos por atajar la situación, con sus medidas a medias, el Plan E y otros estímulos han sido contraproducentes, y a lo único que han coadyuvado es al aumento escandaloso de la deuda estatal, que coloca a nuestro país en una delicada situación en los mercados financieros internacionales, temerosos de invertir en España ante la posibilidad de que nuestra economía no nos permita devolver los empréstitos.
La penosa gestión económica del Gobierno se ha visto contestada, a su vez, por una política de “dolce far niente” de la oposición; esto es, del dulce “no hacer nada” y esperar a que el Gobierno caiga arrastrado por el descontento por las dolorosas consecuencias de la crisis económica.
La gestión del Partido Popular en aquellas autonomías en las que gobierna nos presenta un panorama poco halagüeño. Concretamente, la Comunitat Valenciana presenta una deuda actual de 17.000 millones de euros, con problemas de impagos en la Sanidad, en Justicia, etc., lo que nos sitúa en el segundo lugar entre las comunidades autónomas con mayor deuda.
En nuestro Ayuntamiento, la deuda financiera, que puede rondar los 19.338.000 €, y la deuda con los proveedores, que puede rondar los 12.000.000 €, colocan al Consistorio al borde del colapso económico, como ya advirtiera la Federación de Municipios y Provincias, que alertaba acerca de la situación de quiebra técnica de cerca de 400 ayuntamientos españoles a lo largo del presente año 2011, contribuyendo asimismo al colapso de las PYMES, que generan en nuestro país cerca del 75% del empleo, estranguladas porque su Ayuntamiento no paga las facturas.
La pavorosa deuda económica municipal y autonómica obligará, en breve, a la adopción de medidas restrictivas para la población: copagos en sanidad y educación, recortes sociales, recortes de prestaciones, reducción de la calidad de los servicios públicos, etc. Al final, el ciudadano, el que paga religiosamente sus impuestos, se verá perjudicado por esta política suicida.
Estos antecedes explican el creciente nivel de descrédito social de la casta política española, incapaz de solucionar los graves problemas del país y que sólo se preocupa de detentar el poder a cualquier precio, olvidándose de que son “servidores” de sus conciudadanos y que su misión es resolver los problemas de la ciudadanía.
El sombrío panorama político exige un cambio drástico de conciencia. Por ello, reivindicamos la necesidad del centro político en un territorio dominado por el bipartismo. Participación Ciudadana del Pueblo de Novelda es el centro, y el centro es moderación y estabilidad, un partido dinámico con políticas para todos y con la ilusión de provocar un giro en los acontecimientos, de buscar otra solución, otras alternativas, otras opciones.
Aquel centro democrático que en los años 70 y 80 tanto laboró por la recuperación de nuestras libertades democráticas y por la vertebración de una sociedad más justa, a través de unas instituciones pensadas para defender a sus ciudadanos, debe regresar ahora por una imperiosa necesidad de regeneración democrática. Ese centro político olvidado, llevado del bipartidismo, debe regresar al panorama político para realizar otra política, para administrar mejor los caudales públicos y para luchar en pro de los ciudadanos.